miércoles, 30 de noviembre de 2011

Adivina quien viene esta noche…o qué me pongo para ir a cenar


Llega diciembre, y, con él las cenas, de amigos, de empresa, con la familia…y se impone el buen vestir.

Hubo un tiempo en que en ciertos ambientes los miembros de la familia se engalanaban para cenar cada día – la Condesa de Romanones decía hace poco que en su casa es costumbre ir las Señoras de largo y los hombres de smoking ¡que glamour! -Para el resto de los mortales, vamos a empezar aclarando términos como bien dice una amiga (ya sabes quien eres) “en las revistas, pues eso, modelitos para cenar en Nochebuena, y dices, ehhhhh, que no me ha invitado Naty, para estar con el duque de Feria (bueno, este ya no interesa, que esta cazado) “ , pues eso, que esta entrada va dedicada para las que no nos codeamos con la nobleza, y sí, hay hacer malabarismos:  ir bien, adecuada a la situación y según los gustos de cada una. ¿Misión imposible? No, además vamos a ver cómo aprovechar lo que ya tenemos en el armario.
El primer aspecto a tener en cuenta es donde tendrá lugar: no es lo mismo estar en casa con la familia –siempre es mas sencillo- que en un restaurante que requerirá un atuendo algo más elaborado, no obstante las fechas obligan y estas son, por definición las más formales del año.

un vestidito especial pero sencillo siempre queda bien
con los complementos adecuados
(collar o pendientes vistosos, aun mejor)



Para las cenas de empresa; arreglá pero informal, que no son el chandal y los tacones,  sino un vestido o dos piezas algo más festivo, y como va a estar el jefe ahí mismito pues recomiendo no olvidar que la cena es trabajo también, para pasarlo bien…pero trabajo, de manera que el vestir se debe relajar algo, sin caer en ningún exceso, se puede acortar algo la falda o poner un poco de escote, pero sin olvidar que el lunes volvemos a lo serio.







Los vestiditos de los extremos se adecuan a cenas en casa o fuera, los dos centrales, mas festivos, para salir

Para las cenas con la familia; Aquí hay que ponerse guapa, teniendo en cuenta que no recogeremos el Oscar, al menos esta noche, de manera que, se admite el toque festivo de brillo, plumita…pero con moderación y equilibrio, siempre iremos de corto, o como mucho falda larga con blusa.


Las cenas con amigos – as: Aquí se relaja la etiqueta, realmente cada uno puede ir como acostumbre, según sus propias normas– porque ya se sabe que estas cenas son las más distendidas del año,¡¡¡ a ponerse bellas, señoritas-os!!!!
Me pondría este vestido rojo con los zapatos que lleva y este bolso



Un consejo: si el vestido es muy recargado, los accesorios mejor sobrios, y, porqué no, al revés, cualquier vestido o dos piezas muy simple ( el vestido corto o la camisa y pantalón de diario que todas tenemos ) en este caso con accesorios algo más lujosos: aquí se admiten tocados básicos, collares, pulseras, pendientes brillantes…al gusto.
Este vestido queda muy bien con cualquiera de las carteritas metalizadas y los peep-toes negros





Personalmente siempre que me visto procuro recordar el menos es más, una pulsera muy elaborada lucirá el doble sin anillos y las sortijas grandes y espectaculares mejor sin brazaletes.

pulseras chachi pirulis para enriquecer un aspecto sencillo


Si llevamos collar, hay dos opciones: prescindiremos de los pendientes, o, por el contrario serán pequeños, con el fin de lograr un equilibrio. Además, este año están muy de moda las gargantillas grandes, (ideales en mango, sfera y accesorize) quedan muy bien con el estilo más sencillo. Si llevamos tocado, pendiente o collar, nunca ambos y siempre muy disctretos.

Los zapatos son siempre el accesorio que da el toque final, no me resisto al taconazo, pero depende también del plan de la noche, además la norma de lo simple, como antes he dicho es la que manda igual que con el resto de complementos. De manera que a más adornos el traje, menos el zapato y al contrario.
El bolso, mejor de mano, o carterita: queda impecable.
Un consejo para los que gustan vestir mas informales: recordad que son fechas especiales y dentro del estilo más casual, siempre queda bien un toque diferente, aunque sólo sea un complemento distinto o una camisa en lugar de camiseta, sin caer en el disfraz, cada cual con su propia forma de vestir,  el exceso o defecto nunca es adecuado.
Espero que encontréis utilidad a estos consejos y ¡a pasarlo bien!

Un beso. Lola


lunes, 28 de noviembre de 2011

Sultanas de Mercadillo


Ala, pues eso, que todas hemos sido alguna vez las reinas del mercado, lo normal: te vas un día, te compras una dos o más gangas estupendas de ésa que sólo se encuentran revolviendo y con ganas de patear un buen rato y la sensación de que estupenda soy-que bien compro-como voy a estar de guapa y demás ideas que te vienen a la cabeza no tiene parangón.
Me encanta ir al mercadito, no soy asidua ni mucho menos, pero de vez en cuando resulta refrescante y diferente ir a alguno de los que hay por todas las ciudades, rincones y pueblos de esta España cañí y popular, de aceituna y flamenco, mezclarse con el gentío, (¿Cómo estarán siempre tan llenos?), cotillear todo lo que quieres, hablar con las señoras que miran en las paradas, comparar precios, tocar todas las cosas…
Este vestido tan monurrio es de mi hermanita, del mercado, claro
Ente el: “a dos a dos”, “nena mira que género”, y demás reta hilas típicas, he encontrado algunas prendas estupendas, las hay que sólo me he puesto un par de veces y otras para toda la vida – o casi – los modelitos de última hornada fusilados en algún taller, nuevas y especiales, de segunda mano… de todo se puede comprar sobre todo si se tienen ganas de buscar – y rebuscar – por todos los montones y coloridos rincones de los que están poblados.
Algunos de mis mejores hallazgos fueron hechos casi por casualidad, mirando un poco aquí y otro poco allá, y de repente ahí estaba, como las botas tan de moda a precio de risa, una chaqueta de cuero que me he puesto hasta la saciedad, un vestidito de los que un amigo define como fáciles porque te los puedes poner para todo…Incluso en una época de mi vida acudía al mercado de los sábados en que había un puesto de flores baratísimas, y, todas las semanas tenía flores frescas en casa, lo que era un lujo persa para mí.


Lo importante aquí, como casi todo en la vida, es el camino, que está lleno de encanto, de otro tipo, no de alfombra roja, sino de gente dispar y simpática, de comerciales excelentes que, exponen sus géneros como ya lo hacían sus padres y como ellos llevan haciendo-la mayoría- desde niños, con frescura y desparpajo; hay que  ir con ganas de pasarlo bien, con ojos nuevos y abiertos a otras cosas diferentes a las habituales, recorrer los caminos tortuosos casi siempre por los que quema el sol y el aire abrasa, o, muy al contrario, con un frio increíble, en busca de nada en particular y con ánimo aventurero para encontrar ese tesoro que no siempre aparece, pero que en cualquier caso siempre puede estar a la vuelta de la esquina.
Una se siente reinona cuando triunfa, cuando tiene la enorme satisfacción de encontrar eso que ni siquiera sabía que quería, y, que ahí estaba, con un precio estupendo, eso sí, a veces el bajón es total, al llegar a casa y ya con otra luz, ánimo y perspectiva observar el objeto maravilloso que resulta de repente no serlo tanto, pero eso, ya es otra historia…
Y vosotras ¿habéis comprado gangas estupendas en el mercado?

Un beso. Lola

viernes, 25 de noviembre de 2011

No es oro todo lo que reluce…


Ya lo decía mi madre ¡y menos mal! qué sería si no de todas las aficionadas al brillo en un mundo en que sólo primara lo bueno y legítimo, porque seamos sinceros: a falta de las alhajas de la abuela, y del oro de 24, las chicas listas tienen que improvisar baraturas para estar igual o más guapas y, recurrir así a la lentejuela y el relumbrón, la purpurina y el abalorio.  Por suerte casi todas las tiendas -a mi me encantan blanco y accesorize-se han entregado a la causa ( por obra y gracia de la moda ) y esta temporada todos los comercios aparecen adornados de ropa fulgurante.
Lo de los brillos no es nuevo, ya hace generaciones que aquello era moda, pero con la impronta y la esencia de las artistas y cupletistas, del Moulin Rouge y Hollywood y totalmente alejado de las señoritas de entonces (léase resto de las mortales que no se dedicaban al artisteo y la copla, pobres…) que, recatadas y totalmente mates esperaban a que un príncipe más o menos azul las sacara a bailar. Por suerte para nosotras, aquello del vestido luminoso se popularizó, y de qué manera, después de años envuelto en papel de seda, entre bolas de naftalina, con las plumas y otros accesorios del cabaret, para poder por fin, hoy, vestir como estrellas, aunque sólo sea de vez en cuando.
Personalmente si hay una noche en que siempre llevo algo brillante, esa es Nochevieja, porque ésa es la noche hortera y proclive al exceso por excelencia; lo primero: porque se termina un año más y eso tiene un puntito melancólico, casi decadente que invita a resaltar el atuendo cuando menos como contraste al bajón, lo segundo: porque precisamente por eso, corre el alcohol de manera desaforada y las chicas tenemos que destacar para ver y ser vistas y lo tercero: por culpa de Jose Luis Moreno y de todas las Nocheviejas con presentadoras mega-apretadas (y por supuesto llenitas de lentejuelas ).  Además, ya se sabe que hay que ir adecuada a cada ocasión, y este año, ala, toca relucir.
El que diga brillo tampoco implica vestirse burbuja de cava catalán, aunque para eso están los gustos de cada una, pero queda cuando menos un poco extraño, así que el truco está en el equilibrio, y cuando llevamos una prenda reluciente, llevar lo demás discretito, que es lo que toca, para quedar monísima. Sólo con una excepción, los pendientes u accesorios de bisutería pueden destacar, eso está casi-siempre permitido.
Como este año se lleva tanto la lentejuela ya hay quien propone combinar una prenda con otras casual para conseguir un aspecto totalmente ponible para el día a día nos dicen, no sé yo… no me veo en el trabajo con la falda de lentejuelas, o yendo a tomar café con el top del mismo material, por más que sea la última tendencia, me vería un poco árbol de navidad, y aunque sean las fechas no me pega…



 de accesorize,
allí tienen bolsos de fiesta ideales

Otra cosa es un toque discretito, ya que lejos de lo extravagante, lo que da es un toque especial a un atuendo casual. O, ya para la noche,  los zapatos de laminillas brillantes, que yo, siempre encuentro irresistibles y un poco estilo cabaret, y, el bolso bordado con las mismas que dá un toque festivo –y divertido- y nunca resulta exceso.


Aún así, para las más animadas y para las que no se atreven, lo importante es estar a gusto en tu piel, y brillar por dentro. Empezamos la cuenta atrás, ¡un mes para navidad!, ¡A disfrutar chicas! Que para eso se inventó la moda.


miércoles, 23 de noviembre de 2011

Queridos Reyes Magos:


Cuántas veces hemos escrito estas palabras con un montón de nervios en el estómago para pedir todos los juguetes que habíamos visto en el catálogo, cuántas veces habremos llorado cuando nos han dicho que no nos traerían nada los Reyes por ser malos, nos hemos peleado con los hermanos por el mago favorito de cada uno, nos hemos pasado un buen rato la noche del cinco de enero con la oreja pegada a la puerta del dormitorio intentando escuchar la puerta de la calle para saber si habían venido,  nos hemos acostado haciéndonos pis de puritito nervio e ilusión, sin atrevernos a llamar a nuestros padres ni a salir de la habitación ante las reiteradas amenazas que directamente decían que los Reyes no traían nada si salías del cuarto por la noche, ¿Cuántas?...
Ahora somos mayores y yo no sé qué os pasará a vosotros, pero  mí lo que más me gusta es elegir el regalo para los demás, y, por un instante, sentir la emoción de cuando éramos pequeños y éramos nosotros los que íbamos a abrir las cajas se repite, y, miramos la cara del que abre el paquete e intentamos dilucidar si hemos acertado…

Dar con el obsequio adecuado no siempre es fácil; una amiga que me dijo en una ocasión que un regalo es un lujo, y eso es algo que siempre intento poner en práctica.
No necesariamente tiene que ser caro, incluso no tiene porqué costar dinero por ejemplo,unos amigos,  cansados del gasto de cada navidad, decidieron darse unos a otros dedicación; así uno fregaba los platos los fines de semana durante por ejemplo tres meses, otro ponía las lavadoras, y de esta manera con varias tareas del hogar, para darse, al fin, tiempo libre, algo que en este mundo nuestro en el que vamos siempre acelerados puede ser el lujo más preciado.

Para los que nunca saben que comprar, ahí van unas ideas:
Para los chicos, que para mí siempre son más díficiles: Son muy socorridos los complementos; fulares, guantes( de piel o lana), maletas, corbatas, gemelos, para los más presumidos incluso pañuelos, relojes, gafas de sol  (importante que se puedan cambiar por si no le quedan bien), sombreros (mejor buscarlos en sombrererías clásicas como Albero en valencia), puros, vino…


Para todos: regalos tecnológicos ( libro electrónico, I-pod…), juegos de mesa, una sesión de spa( en valencia el balneario calma), libros (me encantan los de Maxtor, en Valladolid), porqué no un viaje, una película, un cd de música, un juego de mesa, bombones, objetos para la casa, café o té especial (micafe tostadero de café en valencia en la calle serranos, 20 tiene unos cafés increíbles…¡huele toda la calle!)
, algo relacionado con las aficiones de cada cual…

Para las chicas:

tocados (Lucía B tiene venta on-line y puntos de venta en Madrid y valencia)

zapatos, bolsos, carteras, pendientes los de Mila González son mis favoritos en Valladolid ( con puntos de venta en toda España), también me pierde la bisutería de accesorize,  anillos, collares, relojes, broches, guantes, pulseras, pañuelos, ropa interior bonita, una sesión de tratamiento de belleza, manicura, maquillaje, flores…


Así espero haberos dado algunas ideas para que acertéis estas navidades, sobretodo, regalad sonrisas, eso, nunca falla.

Un beso. Lola





lunes, 21 de noviembre de 2011

El zapato de cristal


Todo comenzó un buen día en el que una chica osada y pizpireta, llamada Cenicienta perdió su zapato, de cristal, para más señas…Claro a una le leen el cuento en innumerables ocasiones y luego como por arte de magia quieren que tenga dos pares, quita y pon en el armario. Qué sería de la vida sin un poco de magia y, para superar estos traumas infantiles de no tener Hada Madrina que se precie y que materialice un par cada vez que se necesita- a ser posible de materiales nobles-pues hay que tener en el armario una colección por lo que pueda pasar…
Mis favoritos están claros; de cuña casi no tengo, a no ser por las socorridas alpargatas que siempre dan un toque idealmente informal en verano a todo look que se precie, botas, no  voy mal; tres de tacón, unas de agua y tres planas. Bailarinas, de casi todos los colores, y, de tacón medio algunos hay, por aquello de la comodidad, y, claro, mis favoritos: los tacones de aguja, ahí siempre caigo, y es que me resulta irresistible verme subida en las alturas de mi zapato , porque además seamos sinceras ¿ no resulta increíblemente sexy el movimiento de una chica sobe sus taconazos?


Si hablamos de precios-inevitable- en el mercado los hay para todos los gustos, personalmente adoro los Pura López, pero, como los calzan los Reales pies, se han puesto imposibles para los bolsillos más mundanos, no obstante rebusco en las rebajas y en outlets siempre que tengo ocasión y, además alguna que otra vez he abierto una sorpresa en forma de caja con ese nombre en la tapa… ¡que ilusión!



Sacha London también son de mis favoritos, aunque sólo tengo dos pares y son de fiesta, la verdad es que me los pongo bastante, estos tienen un coste algo más moderado y, se pueden comprar por internet, con sección de ofertas incluida y muy recomendable, incluso para mí, que soy una incondicional de patearse las tiendas de toda la vida; aviso: aún no he caído Sacheros, pero, creedme: caeré.
Pedro Miralles: me encanta, otro que es caro, también es calidad, y, la calidad no nos engañemos  hay que pagarla, ¡que diseños tan bonitos!


Uterquë y Bimba y Lola, los pongo juntos porque realmente los conceptos son similares, calidad con un precio más alto, hay que reconocer que a veces tienen cosas fantásticas, que, claro no todos podemos pagar con la que está cayendo; de Bimba y Lola tengo unos salones de punta redonda y con tacón ancho- de ante azul y con detalles plata, con toque retro, de hace algunas temporadas, que, en realidad no me pongo mucho pero que dan un toque especial y diferente a cualquier look.
Luego está Massimo Dutti, éstos ya son más asequibles, que no baratos, recurro a últimos precios, y, a veces compro algún capricho en temporada; tengo unos salones negros que compre hace años porque se me antojaron – increíblemente cómodos- y que en mis escapadas a Madrid sus tacones acabaron metidos en todos los rotos de las calles más viejas y empedradas…que recuerdos.
Fosco es otro imprescindible que nunca falta en mi ruta, calidad y buen precio, con una enorme variedad de propuestas, desde el zapato más delicado hasta el más deportivo encuentran hueco en sus estanterías, siempre que entro me llevaría al menos dos o tres pares…
Llegamos a Zara, siempre zara, para mí, lo más económico, porque no puedo llevar nada que no sea piel. Y aquí siempre pico, la verdad es que sin tener diseños tan maravillosos como los primeros que he nombrado a veces encuentras cosas casi tan bonitas.
También compro en zapaterías más pequeñas y les tengo echado el ojo a los de Gloria Ortiz, pero aún no ha caído nada…
“Una mujer bien calzada y bien peinada siempre estará arreglada”-palabra de abuela-ahí queda eso.

Un beso.

Lola