viernes, 22 de noviembre de 2013

Cachitos

  Cachitos... De hierro y cromo


"Ponme, ponme esa cinta otra vez
ponmela hasta que se arranquen
los cachitos de hierro y de cromo
a cantar como tu sabes"
Kiko Veneno


A ver situémonos: Domingo por la noche, Pin y Pon acostadas y en la tele hay un programa de música retro. Cualquiera que me conozca ya sabrá de mi afición-obsesión al retro, "ochenterismo", y otras décadas con horrores, aciertos y errores incluídos, a "mad men", las tiendas "vintage" mercadillos y demás familia...


El programa no tuvo desperdicio, el primero dedicado a la música de la gasolinera, ese insigne subgénero que tantas alegrías nos ha dado, porque alegre es: desde los chunguitos, los chichos, pasando por el inolvidable Manolo (que ya no necesita ni apellido), Antonio Molina, Bambino, el Fari, los Amaya y llegando a Melendi o a otros insignes músicos que con su arte y su arte puramente Patrio son buques insignia de todo viaje que se precie. Pero una de las mejores cosas de esta selección es la heterogeneidad en el tipo de música y en la nacionalidad de sus interpretes.


Si el primer capítulo no tuvo desperdicio el tercero fue aún mejor si cabe, dedicado a los cantantes de un sólo éxito, una gozada porque si el panorama Nacional es glorioso en estos éxitos fugaces la escena internacional no se queda atrás, con Sabrina, Pino D'Angio, los Nikis, aerolíneas Federales y la verdad es que la selección realizada me deja sin palabras....hay que verlo para creerlo.


Tengo que reconocer que no me preocupa mucho haberme perdido el segundo programa, más bien al contrario estoy relamiéndome ante la idea de verlo cualquier día de programación horripilante...vamos, cualquiera de estos...


Por lo demás poco queda por decir, que lo veáis los nostálgicos, los que os reís con las canciones olvidadas, los que queréis recordar o simplemente los amantes de la música un ratito bueno: prometido. Además se puede ver fácilmente en la web de TVE. 
 Cachitos de besos. Lola
 

sábado, 9 de noviembre de 2013

Por tierras Gallegas



  Si París bien vale una misa, Galicia bien vale un viaje...


Y este ya tardaba en llegar. Años llevaba yo queriendo visitar el norte y me ha costado un triunfo. Eso sí, todo lo bueno se hace esperar y este viaje no podía ser menos. Además como si de una Dama coqueta se tratara Santiago apenas se dejó ver, y con una lluvia casi torrencial la visita a este fue breve. Así que, volveremos por allí, esa es la parte buena. 


Los días lluviosos se sucedieron pero como dice la canción "ni la lluvia ni el frío pudieron velar tanto brillo". Su gastronomía, sus paisajes, sus playas, y sobre todo sus gentes hicieron que esta maravillosa comunidad se nos quedara corta, y que apenas habiendo regresado estemos deseando volver allí. 


Por suerte el clima nos dio un día de tregua y pudimos ver el punto de desembocadura del río Miño, un auténtico regalo para la vista, un espectáculo natural impresionante con Galicia a un lado y al otro Portugal 



Y muy  cerca de allí los restos del castro galaico de Santa Tecla, 


Y como colofón acabamos el día el Baiona, en su espectacular parador y su puerto.





De Galicia se ha dicho todo y casi nada la merece, su comida es variada y exquisita, 


Y sus bosques parecen salidos de otra época. 


Sus playas y sus rías enamoran, y por doquier parece que el agua espera. Es como si tanta belleza tuviera que ser regada constantemente para seguir cada día más hermosa. 



Galicia habla de historia. La suya es larga. Habla de camino, de búsqueda, de encuentro, de fe, y de otro tiempo muy lejano. Y de  de sus gentes que emigraron y casi siempre regresaron. Y de las que se fueron para no volver, pero que se la llevaron dentro. Porque si algo tienen los Gallegos es su ya mítico amor a la tierra. 

Y yo no puedo evitar pensar en "los limones" y en su Ferrol


Nos quedamos con ganas de volver y descubrir más de Galicia. Hasta pronto, guapa.